LA VOZ DE LA EXPERIENCIA

CADENA DEL W.C.

Esta página tiene como objetivo dar a conocer y rendir un merecido homenaje a los que pasaron por aquellas ondas en aquellos años.

No se registraron documentos en todas las épocas porque se desarrolló simplemente como un grupo de amigos que buscaban disfrutar con lo que hacían, divirtiéndose de la forma más natural y sin mayores pretensiones. A pesar de ello, hubo quién grabó programas y quienes hemos investigado buscando en las propias fuentes para que, lo que se publique aquí no falte a la verdad. En este sentido, se agradece la colaboración de "Satur", "Juanqui Bogart", Miguel "Patines"Antonio y Jaime "El Sureño".

Procuraremos ilustrar la página con los audios, imágenes y documentos que se han ido recuperando gracias a los seguidores de la emisora, conocidos como dementes. Roberplus, Juan GP,  Satur TL y  Toñi, han sido de los más activos en estas tareas. Alfredo Martínez ha intentado poner un poco de orden en el mar de grabaciones y extraer detalles para poner en valor la actividad que se hizo.

En el apartado de los "loputores" agradecemos la colaboración de Luis López, quien ha conseguido retratar algunos de los locutores con un trabajo estupendo a partir de fotografías de aquella época. En caso de que compartas el dibujo, por favor, indica su autoría y la fuente.

A unos les hará recordar una época y a otros les abrirá una ventana a lo que no pudieron vivir en aquellos años 80.


El Fenómeno

La Voz de la Experiencia de la Cadena del Water supuso un fenómeno sin precedentes en la radio a nivel nacional puesto que fueron capaces de atraer una audiencia mayor que distintas emisoras comerciales de la época. El carácter independiente, apolítico y sin tener que rendir pleitesía a nadie, hizo que el resto de emisoras, las convencionales, sintieran una envidia que les llevaría a poner a la Cadena del Water en su punto de mira.

Al no ser una emisora con licencia para emitir, era ninguneada en el Estudio General de Medios que todos los años publica sus encuestas. Pero sí se rumoreaba que rondaban los 70.000 oyentes, que en aquella época era un número a tener en cuenta.

No se conoce a ciencia cierta el secreto. Porque se trataba de una emisora sin grandes medios, teniendo que instalar antenas de manera ilegal en azoteas, la mayoría de las veces sin conocimiento de los propietarios de los bloques de viviendas. Por otro lado, los locutores no tenían estudios de periodismo. Tampoco tenían un horario estricto y en algunos casos los programas no tenían ni sintonía  ni nombre más que el del locutor que en ese momento dirigía el programa.

Quizás el fenómeno, precisamente fuera ese. Una radio completamente libre al margen de lo establecido en una época en la que se buscaba salirse de lo cotidiano. Lo cierto es que fue una fórmula de éxito que marcó a muchísimos jóvenes y no tan jóvenes.